El Palacio Ortiz Basualdo es un exponente de la arquitectura Beaux Arts. Diseñado en 1912 por el arquitecto francés Paul Pater, para el matrimonio de Daniel Ortiz Basualdo y Mercedes Zapiola, frente a la plaza Carlos Pellegrini. Es sede de la Embajada de Francia en Buenos Aires desde 1939.

Historia del Palacio

Diseñado en 1912 por el arquitecto francés Paul Pater, a quien se debe también el edificio del Tigre Club, la construcción del palacio se prolongó por varios años. En 1925, durante la presidencia de Marcelo T. de Alvear, cuando tanto el barrio como el país se hallaban en su apogeo, sirvió de residencia oficial al príncipe de Gales, quien supuestamente demostró su admiración por el refinado confort y la grandiosidad del edificio. Pero sería finalmente Francia quien tomaría posesión definitiva del palacio, al transformarlo en 1939 en sede de su embajada en Buenos Aires.

Características arquitectónicas

La notable y difundida influencia francesa en la arquitectura argentina tiene un excepcional ejemplo en el Palacio Ortiz Basualdo. Gran exponente de la arquitectura Beaux Arts, en diferente escala, esta obra es, como la Opera de París de Charles Garnier, una lección de inserción en el tejido urbano, y de correspondencia entre masas exteriores y espacios interiores, y una original recreación de elementos arquitectónicos de la tradición francesa.

El planteo general del edificio es una sagaz reelaboración del tradicional hôtel particulier francés de cuatro niveles: basamento, planta noble, planta de habitaciones particulares y mansarda. Prototipo en vigencia desde el siglo XVII, las versiones más grandiosas emulan las magníficas composiciones de famosos castillos del Grand Siècle, y en este caso resuenan ecos de ejemplos como Vaux-Le-Vicomte o Maisons-Laffitte.

Interiores

Aspecto original de la residencia. Mucha de su ornamentación fue luego quitada.
  • El habitual esquema de cuerpo central, alas laterales y pabellones extremos se repite aquí pero sin generar una cour d’honneur o una terraza. Estos elementos se pliegan hacia atrás, rotando sobre el eje central y de simetría de la composición. Se produce así una suerte de expansión del espacio por delante, que abarca la plaza reciclándola como verdadera cour del palacio. Preside la organización de los distintos volúmenes el torreón cilíndrico de la esquina coronado por una cúpula revestida de pizarra y una linterna ejecutada en cinc.
  • La entrada principal se ubica en el sector inferior del torreón de esquina y es el ámbito de transición entre el exterior y los espacios interiores. Este pórtico circular, rotonda de acceso a la sede diplomática y perforado por tres amplios portales y un ventanal, sirve de descenso a cubierto desde los coches. A continuación de un pequeño palier cuadrado se sucede el hall de entrada, vestíbulo de acceso, también circular, cuya decoración se basa en el despliegue de los mármoles policromos del piso, rodeado de muros revestidos en madera tallada y ritmado con pilastras corintias.
  • La Escalera de Honor y los salones de recepción del primer piso: Esta recreación de estilos ingleses que caracteriza la entrada principal se repite en la decoración de la Escalera de Honor y el hall circular del primer piso.
  • En el hall circular aparecen motivos de los siglos XVII y XVIII como la ventana neopalladiana que ilumina la caja de la escalera, las barandas de línea Chippendale, los vanos aporticados de inspiración Reina Ana realizados por la casa de decoración inglesa Waring and Gillow y las pinturas de puertos famosos. Merecen una mención especial el portal y el cielo raso de la antecámera.
  • Pero el verdadero hallazgo en la composición de los espacios de este nivel, reflejo del esquema general del edificio, es la serie de enfiladas de salones de excelentes proporciones, decorados en distintos estilos.
  • La biblioteca, con su apertura hacia el jardín posterior, es una recreación del gótico tardío inglés. Su chimenea tiene motivos del primer Renacimiento.
  • A continuación de la biblioteca se encuentra el Salón de Billard o fumoir, combinación de revestimientos y cielo raso estilo tudor con gran chimenea inspirada en el renacimiento francés. En este salón se puede ver una producción de mapas antiguos del Río de La Plata. Aquí están hoy expuestos los retratos de todos los Embajadores de Francia que se sucedieron a lo largo de 65 años de historia del Palacio.
  • Al salir del Salón de Billard se destaca el Salón de Baile o de Honor, reinterpretación de una versión más temprana del estilo Luis XV. La chimenea en márbol tallado y bronce cincelado, el gran panel central con pintura alegórica en el cielo raso y el detalle del medallón del cielo raso con figuras mitológicas merecen una mención especial. También de gran interés son el busto del Rey Henri IV, las tallas doradas en la boiserie, los lustres (las arañas) de estilo Luis XV y los paneles con pintura decorativa sobre los espejos.
  • El Salón de Baile se abre sobre la Sala de Música, salón redondo de estilo Luis XV, con motivos chinescos. De gran interés son los espejos, las consolas y sus cartelas con tallas alusivas. Este salón es el epicentro del conjunto y constituye un privilegiado punto de vista hacia el exterior y hacia los interiores organizados según tres ejes. Uno hacia atrás, que enhebra el pequeño palier cuadrado, el hall circular, la escalera de Honor y la fuga por el ventanal hacia el jardín posterior. Otro, hacia la derecha que reúne el salón de Baile, el salón de billard y la biblioteca.
  • El eje restante enlaza hacia la izquierda el gran comedor que emula al del Palacio Real de Oslo, dentro de un indefinible estilo barroco inglés donde uno puede admirar los detalles alegóricos, espejos y pinturas murales representando naturalezas secas, y que sirve ahora de sala de reunión, con el jardín de invierno y su decoración inspirada del estilo tudor con su generoso bow-window con valiosas maderas en bajo relieve.

Datos de interés

A fines de la década de 1970 el edificio estuvo a punto de ser demolido junto a otras valiosas construcciones vecinas para terminar la apertura de la Avenida 9 de Julio. Esto no se pudo llevar a cabo debido a la negativa del gobierno francés de vender la propiedad.