El vino argentino es el que se produce principal y tradicionalmente en las provincias de Mendoza, San Juan, Salta, La Rioja, Córdoba, Catamarca y en las últimas décadas han comenzado a elaborarse en Neuquén, Río Negro, Entre Ríos, Chubut, Buenos Aires y Santa Fe.

El vino es la bebida nacional de Argentina. La Argentina es el mayor productor de vino de Latinoamérica y el quinto mayor productor en todo el mundo, así como el noveno exportador a nivel global. La calidad del vino argentino ha venido creciendo sin detenerse en los últimos años, ganando terreno en el mercado mundial: sólo en 2010 las ventas al exterior alcanzaron los USD$ 650 millones, lo que implicó un alza del 17% en relación al 2009, marcando un nuevo récord histórico. Este crecimiento explosivo ha dado como resultado que la Argentina en 2010 desplazara a Chile como el principal vendedor de vinos en los Estados Unidos, que es el mercado más importante en el mundo del vino.

El vino, declarado «bebida nacional» de la Argentina

«El vino argentino es un honorable embajador en el mundo y enorgullece a los argentinos que beben en el mercado doméstico los mismos vinos que exportan y que prestigian al país en todos los continentes», señaló el decreto presidencial que declara al vino bebida nacional el 24 de noviembre de 2010.

Características de la producción

A inicios de 2007, manteniendo el puesto del año precedente, Argentina es el primer productor vitivinícola de Sudamérica, produciendo más de 1.200 millones de litros en 2003 y segundo exportador, después de Chile. Por tal excelente relación ‘calidad/cantidad, ya desde el 2005 Argentina exportó vinos por U$S 431 millones, siendo en consecuencia para ese año el decimotercer exportador del mundo. El importante consumo interno explica que el quinto productor mundial no figure entre los principales exportadores. Dada la combinación de altura sobre el nivel (generalmente entre los 800 y 2500 msnm) y baja humedad, los viñedos argentinos se encuentran muy bien protegidos contra insectos, hongos, y demás enfermedades padecidas por viñedos de otras regiones lo que permite cultivos orgánicos de las vides con pocos o nulos pesticidas y otros posibles contaminantes, esto ha dado un merecido renombre al vino argentino en el extranjero.

El Vino Argentino en imágenes:

Es en la provincia de Salta, en la localidad de Colomé, muy cercano a Cafayate donde se produce el vino y se encuentra la bodega más alta del mundo. La mayoría de los cultivos se hacen mediante ingeniosos métodos de irrigación que van desde las tradicionales acequias (canales de riego que llevan las puras aguas de deshielo) pasando por diques o el actual uso de riego por goteo, las posibles objeciones al uso de mucho riego en los viñedos argentinos se contrarrestan: el clima muy seco de las zonas de cultivo, la ya mencionada elevada heliofania y las características de los suelos permiten la producción de uvas óptimas para la actividad vitivinícola. En efecto, gran parte de la producción vinícola de la región andina argentina tiene su excelencia a partir del «estrés hídrico» natural que tienen las viñas ante una gran cantidad de días despejados asoleados y una muy morigerada (minuciosa) irrigación con agua dulce que frecuentemente es de origen glaciar, tal situación hace que la vid concentre sus nutrientes en la uva.

El Malbec, nuestra variedad insignia

El Malbec es la cepa insignia de Argentina; el país que tiene mayor superficie de Malbec en el mundo. Es una cepa originaria del Sur Oeste francés, en donde es llamada Côt, de estilo tánico y duro. Por su intenso color y sus matices oscuros, los vinos obtenidos con esta variedad se llamaban “los vinos negros de Cahors”. Estos vinos se consolidaron en la Edad Media y terminaron de fortalecerse en la modernidad.

malbec

La conquista del mercado inglés fue un paso decisivo en la valoración de esta cepa en Inglaterra y en el mundo. En 1852 esta variedad es traída a Argentina por Michel A. Pouget, Ingeniero Agrónomo francés contratado por el gobierno nacional de este país. En 1863, la plaga de filoxera destruyó la viticultura francesa, por lo que el “Cot” cayó en el olvido dejando, sin embargo, una cultura de apreciación del Malbec ya construida.

El Malbec en particular se adapta rápidamente a los diversos terruños que ofrece la geografía del país y comienza a producir vinos incluso mejores que en su tierra de origen. Argentina se convierte en el único país en el que se encuentran cepas originales de Malbec auténticamente provenientes de Francia.

La ruta del vino argentino

Una alternativa nueva para enlazar los bellos paisajes, los vinos y la gastronomía de cada región del país es el turismo del vino. Con más de 400 años de historia vitivinícola y con un mapa que se extiende cada vez más en plantación de viñedos, Argentina cuenta con un extenso legado cultural que hace a su identidad de país productor, exportador y consumidor.

La historia del vino en nuestro país se remonta a la temprana época colonial. En 1556 el sacerdote Juan Cedrón llevó a Santiago del Estero unas estacas de vid. Posteriormente, el galo Aimé Pouget instaló en Mendoza un viñedo con carácter experimental, introduciendo variedades francesas: chardonnay y malbec. El clima seco, las aguas de deshielo y una importante altura sobre el nivel del mar ayudaron a producir excelentes cultivos.

Alrededor de 1880, Tiburcio Benegas plantó 250 hectáreas de viñedos de primer nivel y construyó una bodega modelo: «El Trapiche». Con la llegada del ferrocarril a la Provincia de Mendoza en 1885 se despertó una fiebre productora con el fin de abastecer a la ciudad de Buenos Aires. Una de las variedades más importantes y de mejor adaptación en la región fue la malbec, también conocida como la «uva francesa». Prosperaron bodegas notables, que hasta llegaron a tener su propia estación de ferrocarril.

Desde hace ya varios años, la calidad de los vinos argentinos es reconocida a nivel internacional. Paralelamente se ha desarrollado una cultura enológica muy exquisita, que se expresa en el paladar exigente de los consumidores, en revistas y publicaciones específicas, y en universidades donde se imparten estudios académicos sobre el tema.

Salta

Salta La ruta en la provincia comienza en la capital, cruza los pueblos históricos del Valle de Lerma y culmina al sur, en Cafayate. Se puede regresar a Salta por la Quebrada de las Conchas, donde la erosión del viento y del agua cincelaron curiosas formaciones pétreas. En Cafayate se cultivan vides que producen su famoso Torrontés, aun cuando en la región hay también variedades como el Cabernet Sauvignon, Malbec, Syrah y Chardonnay. En las ciudades de Yacochuya y Colomé, a más de 2.000 metros de altura sobre el nivel del mar, se están desarrollando actualmente nuevos emprendimientos vitivinícolas.

La Rioja

La Rioja Ha sabido preparar por centenas de años una variedad de excelentes productos, con cultivos concentrados especialmente en Chilecito, Nonogasta, Felipe Varela, Villa Castelli, Vinchina, Castro Barros, Anillaco, San Blas de los Sauces, Sanagasta y Famatina. Allí la producción y la diversificación varietal de uvas encuentra condiciones muy favorables, lo que determina la ubicación de las bodegas de mayor importancia.

Sus vinos han obtenido reconocimientos internacionales en distintas ocasiones, tal es el caso del Torrontés Riojano, que obtuviera el Premio Mayor de la Vitivinicultura Mundial. Otras distinciones más recientes confirman la madurez y responsabilidad del sector vitivinícola provincial, al lograr insertar vinos de excelente calidad en mercados tan competitivos.

Córdoba

Córdoba Esta provincia tiene una larga tradición vitivinícola. Uno de los primeros vinos elaborados se llamaba lagrimilla y fue llevado por los jesuitas a España. Los friulanos arribados a fines del siglo XIX continuaron con la tradición vitivinicultora. Hoy la producción se concentra principalmente en el Departamento Colón, siendo Colonia Caroya la que posee el mayor número de bodegas y productores que elaboran vinos artesanales. La visita a viñedos, establecimientos y la degustación de uvas y vinos regionales constituyen el principal atractivo de esta ruta alimentaria.

San Juan

San Juan El área de producción de vinos más importante de San Juan es el denominado Valle de Tulum, el cual presenta un clima seco y templado, óptimo para el cultivo y producción del Syrah (cepa muy bien adaptada a la región) y otros vinos finos de mesa y licorosos. Las principales bodegas sanjuaninas: Viñas de Segisa, Fabril Alto Verde, Champañera Miguel Más, Las Marianas, San Juan de Cuyo y La Guarda, están altamente equipadas con maquinarias de última generación, vasijas de acero inoxidable, refrigeración computarizada, barricas de roble para guardar sus vinos, además de contar con enólogos especializados y altamente capacitados.

Mendoza

Mendoza La vitivinicultura constituye la actividad más destacada de la agricultura mendocina. Es tradicional y ha permitido el reconocimiento mundial de sus productos. 1.221 bodegas producen casi 10 millones de hectolitros al año. Las principales variedades aquí cultivadas para vinificar son: Cabernet Sauvignon, Malbec, Merlot, Syrah, Barbera, Riesling, Chardonnay, Sauvignon Blanc, Chenin, Ugni Blanc, Semillón.

En la zona norte provincial se producen principalmente vinos blancos y tintos jóvenes, en tanto que en el Este se encuentra el área de mayor producción vitivinícola de la región.

Fiesta Nacional de la Vendimia

Se celebra en la Provincia de Mendoza, el primer fin de semana de marzo (casi sin interrupciones desde 1936) y se trata del homenaje que el hombre le dedica a su industria principal: la vitivinícola.
Las instancias principales de la vendimia son:
Bendición de los Frutos, Vía Blanca de las Reinas, Carrusel y el ya mencionado Acto Central, que consta de espectáculos nocturnos de nivel nacional.
Para más información, dirija su consulta al portal desarrollado por la Secretaría de Cultura de la Provincia de Mendoza.

Neuquén

Neuquén Cuenta con una ruta que combina aromas y sabores de esta tierra, a la que suma una apasionante experiencia paleontológica. En este circuito se puede apreciar la tradicional producción agropecuaria de sus chacras e industrial de sus bodegas.

La producción de vinos se ha concentrado en los alrededores de San Patricio del Chañar y en la localidad de Añelo. Las variedades plantadas son Chardonnay, Malbec, Merlot, Cabernet Sauvignon, Pinot Noir, Cabernet Franc y Sauvignon Blanc.

Vino, manzanas y dinosaurios

La provincia cuenta con una ruta que combina aromas y sabores de su tierra, a los que suma una apasionante experiencia paleontológica. En este circuito se aprecia la tradicional producción agropecuaria de sus chacras y la industrial de sus bodegas y la visita a museos paleontológicos que exhiben réplicas de fósiles. Asimismo, permite asistir a la elaboración de productos típicos y degustación de platos finos.


Río Negro

Río Negro La mayor producción vitivinícola de la provincia se realiza en el Alto Valle del Río Negro, en los alrededores de la localidad de General Roca. Allí se encuentran las bodegas más australes del país, que realizan excelentes varietales y champagne, a partir de la producción de manzanas de la región. Se producen vinos de la cepa Semillón, Pinot Noir y Merlot. El viento, que produce un ambiente seco, contribuye a la excelente calidad de las uvas ya que evita la aparición de enfermedades en los viñedos, posibilitando la producción de vinos orgánicos.