Un estudio reciente identificó a la Península Mitre, en Tierra del Fuego, como el punto de captura de carbono más importante de Argentina. Estos datos demuestran el rol crucial de este lugar, único en el fin del mundo, como una pieza importante para la lucha contra la crisis climática mundial.

La razón por la cual esta zona de Tierra del Fuego funciona como una «aspiradora» de carbono es por la particularidad de su ecosistema, compuesto en gran parte por turberas. Esta porción de la isla almacena el equivalente a más de tres años de emisiones de dióxido de carbono de Argentina.

El informe fue elaborado por National Geographic Society y el Centro Mundial de Vigilancia de la Conservación de Naciones Unidas, y una vez finalizado, será presentado en la Conferencia de las Partes de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP25), que se realizará en Chile en diciembre.

La Península Mitre se ubica en el extremo sudoriental de la isla Grande de Tierra del Fuego y, además de su ecosistema único, que es hogar de colonias de aves y fauna marina, habitan especies únicas y en riesgo de extinción como el carancho austral. También posee un patrimonio cultural de valor incalculable, como son las huellas de la presencia aborigen en la Isla y restos paleontológicos.

¿Qué son las turberas?

Las turberas son un tipo único de humedal que cubre el 3% de la superficie terrestre y almacena el 30% del carbono captado en el suelo y el 75% del carbono atmosférico. El doble que todos los bosques del mundo. Aparte de este formidable almacenaje de carbono, no apreciable en otros ecosistemas terrestres, también albergan el 10% del agua dulce del planeta y previenen inundaciones. El 95% de las turberas de Argentina se encuentra en la provincia de Tierra del Fuego.

Rodolfo Iturraspe, secretario de Ciencia y Tecnología de la Universidad Nacional de Tierra del Fuego, explica que «en América del Sur, la concentración más importante de turberas extra tropicales es la que está en la Patagonia. En Península Mitre se encuentra la principal concentración de turberas del país: 2400 km2 de turba».

Esto evidencia la necesidad de lograr la sanción de una ley que le otorgue un marco legal de conservación a la Península Mitre como Parque Provincial y evitar así la degradación de estos ecosistemas y la liberación del carbono almacenado en ellas, aumentando el efecto invernadero.

El rol de las turberas en la captura de carbono

El carbono es parte fundamental de la materia orgánica que es sintetizada por las plantas, que toman el dióxido de carbono y lo fijan como materia orgánica. Ese carbono que se fija en casi todas las plantas, se descompone cuando la planta muere y el carbono vuelve a la atmósfera. Este ciclo es completamente distinto con las plantas de las turberas porque éstas no se descomponen y el carbono queda atrapado en ellas. A su vez, la turbera va juntando materia orgánica e incrementando su espesor con el tiempo, captando de forma indefinida el dióxido de carbono, transformándolo en materia orgánica y creciendo indefinidamente.

La captura de carbono es considerada una medida clave de mitigación frente al desborde de las emisiones mundiales de dióxido de carbono y otros gases de efecto invernadero, los principales causantes del calentamiento global.

¿Qué podría pasar si las turberas de Península Mitre son destruidas? «Ahí aparecen todos los bichos y se comen la turba que puede haber presente. La materia orgánica seca se descompone y cuando eso sucede estamos liberando material que se acumuló a lo largo de miles de años a la atmósfera, entonces estamos generando el proceso inverso, es lo mismo que quemar combustible. Por eso es importante tener cuidado en el manejo de las turberas» explica Iturraspe.

Y además del proceso de liberación de gases de efecto invernadero, se perdería la biodiversidad asociada, se contaminaría el agua causando impactos negativos sobre las especies acuáticas y marinas, se degradaría la tierra aumentando el riesgo de inundaciones, incendios y sequías y se modificaría la salinidad del agua.

La imperiosa necesidad de proteger Península Mitre

Hace más de 17 años que se busca la protección de la Península. Según Iturraspe, la creación de un parque Provincial Península Mitre es muy importante ya que es un área prístina pero que también sufre de las consecuencias de la introducción de fauna exótica: «Ahora está bastante afectada por los animales y hay toda una problemática vinculada con el exceso de pisoteo y pastoreo del ganado vacuno y equino» explica el secretario.

Frente a la actual crisis ambiental, en el 2017, la organización ecologista Conservation Land Trust lanzó el Programa de Conservación Marina «Sin Azul No Hay Verde» destinado a proteger el hábitat y las especies de las costas y del mar argentino. Desde entonces, en conjunto con el Foro para la conservación del Mar Patagónico, ha impulsado la creación de las primeras Áreas Marinas Protegidas aprobadas por Ley en diciembre del 2018. Actualmente estas organizaciones están trabajando para prohibir la Salmonicultura en la Argentina y para crear el Área Natural Protegida Península Mitre, extremo sudoriental de Tierra del Fuego.


Fuente: La Nación, Laura Borsellino