Por Bruno Sabella

Sarmiento, en la provincia de Chubut, se encuentra a 150 kilómetros de Comodoro Rivadavia y se accede por la Ruta Provincial 26. Está asentada entre los lagos Musters y Colhué Huapi y es un lugar que ofrece muchas propuestas interesantes para visitar en la zona. Sarmiento se destaca por su hermoso valle fértil, lo que hace que sea una excelente zona de cultivos de frutas finas y hortalizas. Un verdadero oasis en la árida meseta patagónica. Además, en las cercanías de Sarmiento se encuentra un impresionante bosque petrificado, único en el mundo. En Sarmiento también tuvo lugar uno de los procesos migratorios más interesantes y menos conocidos de Argentina: la llegada de los bóers provenientes de Sudáfrica a principios de 1900.

¿Qué ver en Sarmiento?

Parque Temático Paleontológico Valle de los Gigantes

: La localidad de Sarmiento es conocida por su rica historia geológica, arqueológica y paleontológica. El parque se erige en un predio situado a 200 metros de la oficina de información turística, en el cual se exponen réplicas de dinosaurios, realizados a tamaño natural y esculpido con sumo rigor científico. La propuesta de este Parque temático es dar a conocer mediante una visita guiada, los ejemplares que habitaron hace 169 millones de años la zona.

Museo Regional Desiderio Torres: Forma parte del Parque Valle de los Gigantes y se caracteriza por su colección paleontológica, arqueológica e histórica de veinticuatro mil piezas, tales como reliquias de los pobladores originarios Tehuelches y Mapuches, así como de los pioneros y colonos.

Las chacras del valle: Si visitamos Sarmiento, también podemos realizar agroturismo visitando algunas de sus chacras, las cuales están ubicadas en el hermoso valle de Sarmiento, un oasis en pleno desierto patagónico. Es posible realizar visitas guiadas a las chacras donde podemos comprar muchos productos caseros. Una de ellas es Chacra Lloyd, la cual tiene producción de fruta fina, miel, producción hortícola, así como también otros productos de elaboración propia.

Túneles de Sarasola: El lugar tiene una extensión de 400 metros y se ubica en los terrenos de la Estancia los Manantiales, a 45 kilómetros de Sarmiento. Se llega por la Ruta Nacional 26 en dirección a Río Mayo. La Cueva o el «Túnel» de Sarasola se llamada así por el propietario original del lote N° 103, don Tomás Sarasola. Fue descubierta por un nativo de nombre José Payalef alrededor del año 1913, su entrada es oval y mide 3 metros por dos y medio metros. Desde la estancia es una caminata de 2 kilómetros a lo largo de un cañadón hasta la cueva.

Lago Musters: Es uno de los lagos más bellos de la Patagonia, los antiguos tehuelches lo llamaban “Otrón”, sin embargo, el Perito Francisco Moreno lo bautizó Musters en homenaje al aventurero inglés George C. Musters, quien realizó junto a los tehuelches un viaje de exploración a través de la Patagonia en 1869. Sus bellas aguas son de color azul y nos regalan una postal soñada de este rincón de Chubut.

Bosque Petrificado de Sarmiento

El Bosque Petrificado de Sarmiento es uno de los lugares más sorprendentes e interesantes de la Patagonia. Se encuentra a 28 kilómetros de la localidad de Sarmiento en Chubut y 156 kilómetros de la ciudad de Comodoro Rivadavia, la ciudad más grande la provincia y la Capital Nacional del Petróleo. Conocer el bosque petrificado de Sarmiento es viajar al pasado 65 millones de años, cuando la Patagonia era un exuberante bosque verde, pantanoso y húmedo.

Es el bosque petrificado más grande del mundo, el cual ocupa unos 300 kilómetros cuadrados. Constituye una de las áreas naturales protegidas más antiguas de la Patagonia, fundada en 1897. Apodado como José Ormachea, en honor a su descubridor. Para poder llegar desde Comodoro Rivadavia debemos tomar la Ruta Provincial 20, la cual se caracteriza por paisaje desértico y pisadas de ripio. Luego de pasar el Lago Musters, y bordeando el río Senguer, llegamos al bosque.

El bosque petrificado se caracteriza por sus innumerables árboles, troncos, hojas, astillas y hasta semillas que han sido convertidas totalmente en piedra. Uno pareciera estar en un escenario de película, o tal vez en otro planeta. Pero estamos en la mesta de Chubut, en plena Patagonia.

La historia de los bóers en Chubut

La llegada de los boers tuvo lugar entre 1902 y 1907, cuando alrededor de 650 familias llegaron a Chubut, provenientes de Sudáfrica. La razón de la llegada a estas tierras lejanas se debió al conflicto con los colonizadores británicos en 1902, en el cual los boers fueron derrotados. El resultado de la guerra Anglo-Bóer, la cual se extendió entre 1899 y 1902, fue la anexión a la corona británica las repúblicas independientes de Orange y Tansvaal. El origen de la palabra “bóer” proviene del holandés y significa “campesino”. El término se utilizaba para llamar a los descendientes de los holandeses que colonizaron el sur del continente africano. La lengua que hablaban se conocía como el “afrikáans.” La gran mayoría de ellos se asentaron en lugares remotos y se dedicaban a la agricultura y la ganadería.

Colonos bóers en Chubut, Argentina

El ministro de agricultura de aquel entonces, Wenceslao Escalante estimaba que la meseta patagónica tenía muchas similitudes geográficas con la zona que ocupan los bóers en Sudáfrica, con lo cual se adaptarían más fácilmente en esta zona de Argentina. Según las crónicas, el gobierno les ofreció una superficie de 150.000 hectáreas, las cuales estaban subdivididas en lotes.

El primer asentamiento de los boers tuvo lugar en Colonia Escalante, donde se dedicaron a la cría de ganado lanar u ovino, así como también construyeron caminos y se adentraron en los campos de la zona.  Desde sus inicios, Colonia Escalante se caracterizó por ser un núcleo de población diferenciado, que intentó mantener sus características: idioma, religión y costumbres.  A lo largo de los años, los bóers trabajaron duro, viviendo a menudo en carpas, construyendo caminos, puentes y diques. Se asentaron en Sarmiento, plantando álamos como rompevientos y cultivaron sus tierras. La historia de los bóers representa a la Patagonia en muchos sentidos: perseverancia y determinación ante las duras condiciones del clima inhóspito en lugares remotos. A pesar de todas las dificultades, prevalecieron valores como el sacrificio, el amor por la tierra y el trabajo. La historia y el legado de los bóers en Chubut es una historia de resiliencia y coraje.


Nota Bruno Sabella – Fotografías