Son buenos tiempos para los bares porteños… al menos en lo que a reconocimientos internacionales refiere. Al mismo tiempo que Florería Atlántico era galardonado con el tercer puesto del ranking de Los 50 Mejores Bares del Mundo, Mamba se consagraba como ganador del Restaurant & Bar Design Awards en la categoría mejor bar en la región América, certamen llevado a cabo en Londres el jueves pasado. Mamba fue diseñado por Hitzig Militello Arquitectos, estudio de arquitectura que había sido premiado diez días atrás en el Prix Versailles, en París, por la obra de The Nim Bar, que resultó finalista del concurso.

«La arquitectura se devora el lugar», dice al respecto de Mamba Fernando Hitzig, socio del estudio que se convirtió en el primero de la Argentina en ganar el Restaurant & Bar Design Awards, y en cuya final se midió con ocho bares de Estados Unidos y con The Nim Bar.» Los creadores del lugar ya tenían el nombre referido a la serpiente (black mamba), las escamas y algo abstracto. En equipo con MFC Arquitecto, propusimos potenciar la propuesta culinaria con un paisaje abstracto que partiera de la idea de un invertebrado, donde lo onírico y sugerente es lo que acompaña a la propuesta culinaria», agrega su socio Leonardo Militello. Mamba se encuentra en Soler 5130, Palermo.

El estudio cuenta con una destacada experiencia en el rubro gastronómico. Su firma se encuentra detrás del speakeasy Victoria Brown, la heladería Goodsten, la cervecería El Clásico y, en Ushuaia, en los bares The Birra y Casa Olmo. También estuvo a cargo de la estética, concepto y desarrollo de los locales de la cadena Tostado y, en el plano internacional, de su proyecto Fogón, en Arabia Saudita. En cuanto a The Nim Bar (Defensa 880), explica Militello. «los dueños querían preservar lo asiático y por eso propusimos una serie de tramas que remiten a los ideogramas orientales. Se combina una complejidad constructiva con una simpleza del material, ya que utilizamos solo uno para toda la obra: tejidos de madera». The Nim es un bar de gastronomía asiática que cuenta con 30 canillas de cervezas.

«Notamos que, cada vez más, la gastronomía busca ofrecer una experiencia que va más allá de los platos, y ahí la arquitectura tiene mucho para aportar. Entonces debemos tener una visión integradora desde la construcción y el diseño, hasta la imagen de marca, el branding y la propuesta gastronómica. En definitiva, el espacio debe tener una lógica con la propuesta general del local», comenta Hitzig, Militello, por su parte, completa: «Tanto en la gastronomía como en otros espacios, hoy es tendencia experimentar los espacios como un hecho performático y este es un factor determinante para concebirlos desde una mirada artística».


Fuente: La Nación por Sebastián Ríos