El campo de tulipanes de Trevelín, el más importante del país, es un ícono de la región. Con una superficie de tres hectáreas en donde se desarrollan unas 27 variedades de colores de tulipanes.

El lugar es disfrutado por numerosos turistas que llegan de visita para apreciar sus flores y a nivel comercial actualmente los bulbos abastecen el mercado interno pero los productores procuran volver a instaurar la venta en el mercado exterior.

«En junio tuve una reunión en Buenos Aires con el equipo del jefe de Gabinete, Marcos Peña. Fue un encuentro súper positivo y tengo pensado formular mi proyecto para volver a exportar» aseguró en diálogo con Télam Juan Carlos Ledesma, productor local que trabaja en el campo que era de su bisabuelo.

Tras varias pruebas con la floricultura, Ledesma comenzó a dedicarse de lleno a los tulipanes en el año 1996 y agregó que «sé que cuento con toda la colaboración para reactivar la exportación de bulbos nuevamente».

Con respecto al ciclo del tulipán, el productor detalló que «se planta en el otoño, allá por mayo; quedan bajo tierra durante todo el invierno; en agosto empiezan a aparecer los primero brotes y en octubre florecen y se hace un control de calidad en las plantas» señaló.

Aseguró que el control se lleva a cabo de manera muy artesanal. «Se camina línea por línea verificando cada planta, la que no corresponde a la variedad o tiene algún problema se elimina y después en el verano, en enero se cosecha todo, se manda al galpón, se separan los bulbos, se limpian, se pasan por una tamañadora, para separarlos cada uno por su tamaño».

Dijo que luego «se guardan en una cámara con temperatura controlada y de ahí se preparan dependiendo del lugar del país a donde van a ir, con un proceso de temperatura diferente. Por ejemplo si van al norte, se le da un frìo artificial, confundiéndolos para que sientan que ya están en el invierno y si llegan a un lugar de mucho calor como Salta por ejemplo, florecen sin ningún problema» dijo el productor.

«Dejamos de exportar en el 2002, porque hemos vivido muchos avatares, este país se nos ha prendido fuego muchas veces y muchos emprendedores o gente joven que recién se estaban iniciando quedaron en el camino terminaron siendo empleados públicos, trabajando para el Estado, bajaron la guardia, nosotros seguimos remándola, pero no era rentable exportar».

 

Señalò que dos veces al año contrata técnicos holandeses que llegan a su campo para continuar capacitándose en el tema y seguir aprendiendo, con miras de volver a entrar al mercado internacional.

«En enero recibimos la visita de empresarios holandeses a quienes les interesaría comprar bulbos de nuestra producción » manifestó el productor.

En tanto, el secretario de Turismo de Trevelin, Vìctor Yàñez, dijo que «escuché a un empresario holandés decir que éste es un campo que posee las mejores condiciones para el desarrollo productivo del bulbo del tulipán». «Este campo es muy florido e impactante. Es como ver un verdadero arco iris de tulipanes».

«Este año se dio la particularidad de tener una primavera como las primaveras de hace quince años atrás, frías con amplitud térmica, lloviendo y nevando en la alta montaña lo que hace un marco de colorido, porque el valle de Trevelin esta rodeado de la cordillera de los Andes y de otros cordones montañosos entonces el marco de color y de la misma topografía del lugar hace que todo sea muy pintoresco» aseguro Yañez.