Dos monos, dos coatíes, un tero, cuatro guacamayos azules y amarillos y cinco chimangos son algunas de las especies que comenzaron a ser trasladadas ayer desde el zoo porteño hasta un refugio en Misiones. Estos animales en cautiverio, que habían sido rescatados del tráfico ilegal, integran la segunda tanda de ejemplares liberados como parte del plan de reconversión del ahora llamado ecoparque.

Un total de 33 ejemplares serán liberados en la reserva Güirá Oga, en Puerto Iguazú, Misiones. «La derivación responde al compromiso asumido de guiar la transformación de la histórica institución zoológica hacia un ecoparque interactivo, que trabaje en la promoción de proyectos de investigación científica y acciones de rescate y rehabilitación de fauna silvestre», indicaron en el gobierno porteño.

Es importante señalar que todos los animales de este grupo fueron rescatados del tráfico ilegal por la Dirección Nacional de Fauna Silvestre y rehabilitados por el equipo de veterinarios del ex zoo, donde habitaban hasta que se encontrara un mejor destino para ellos. A los animales que estaban en Palermo se suman otros 13 que permanecían en la Fundación Temaikèn.

Entre las especies también figuran cuatro urracas que fueron decomisadas en los alrededores de la feria de Pompeya, así como monos aulladores, boyeros negros, cardenillas, chimangos, bracitas de fuego, aguiluchos, corbatitas dominó, cotorras cabeza de melón, tocos, federales, tucanes y chopis.

Si bien la iniciativa intenta superar el antiguo modelo de zoológico de la época victoriana, la Asociación de Primatología de la Argentina (Aprima) mostró su reparo. Luciana Oklander, presidenta de la organización e investigadora del Conicet, advirtió: «Nos enteramos de todo por los medios. Sabemos que, entre los animales, hay dos monos carayá, por lo que el tema es más complicado. Los primates se antropizan (toman comportamientos de humanos) cuando están en cautiverio o si fueron decomisados; hay que hacerles un entrenamiento previo. No sé si en la reserva a la que van han hecho liberaciones, pero no me consta que tengan personal capacitado para rehabilitaciones. Este lugar está junto al Parque Nacional Iguazú y cualquier animal que venga debería tener una cuarentena para el cuidado de la fauna autóctona».

La reserva Güirá Oga fue fundada el 23 de agosto de 1997 por Jorge Anfuso y Silvia Elsegood, naturalistas y especialistas en la rehabilitación de aves rapaces, que son los actuales directores. El lugar es comanejado con el Ministerio de Ecología de Misiones y la Fundación Azara, y es un ejemplo en rescate y rehabilitación de fauna silvestre.

Anunciaron ayer el comienzo del traslado el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta; el ministro de Ambiente de la Nación, Sergio Bergman, de quien depende la Dirección de Fauna Silvestre, y el ministro de Modernización, Innovación y Tecnología local, Andy Freire.

«Es un hito histórico que podamos estar juntos aquí. Cambiar la histórica visión de un zoológico victoriano a un ecoparque es un triunfo. Quiero felicitar la iniciativa de los vecinos, que se apropiaron de una deuda que estaba pendiente. Desde la Nación teníamos expectativa por colaborar, porque estamos viendo que el proyecto puede funcionar como modelo paradigmático para otras ciudades de nuestro país, como Mendoza o La Plata», sostuvo Bergman.

El tráfico de animales es el tercer mercado ilícito más grande en el mundo, sólo superado por los de armas y de drogas. En la Argentina, según cifras oficiales, se decomisan alrededor de 2600 animales por año. Pero el número de víctimas es extremadamente superior, ya que 9 de cada 10 ejemplares capturados mueren antes de llegar a ser comercializados.

Los animales más traficados en el país son la tortuga terrestre, el loro hablador, el tucán y el flamenco.


Fuente: La Nación