El Tronador, diseñado para inyectar satélites de unos 250 kg en órbitas de baja altura, a alrededor de 700 km de la superficie terrestre, puede tener más de 3000 piezas.

El ambicioso proyecto liderado por la Comisión Nacional de Actividades Espaciales agrupa a más de 600 profesionales, contando los 250 que trabajan en la compañía VENG SA, contratista principal, y otros dos centenares en numerosos institutos de investigación del Conicet, como el Centro de Investigaciones Ópticas, el Instituto Argentino de Radioastronomía, las universidades de Buenos Aires, Tecnológica Nacional, la de Córdoba y la de Mar del Plata, el Instituto Universitario Aeronáutico, la Comisión Nacional de Energía Atómica, el Servicio Meteorológico Nacional, el Instituto Balseiro, Invap, Y-TEC (centro de desarrollo de tecnología de YPF) y la Planta Piloto de Ingeniería Química (Plapiqui). También participan pymes encargadas de desarrollar algunas partes específicas.

La empresa VENG SA, de Falda del Carmen, Córdoba, está encargada del diseño de los motores de 4000 kg de empuje y el sistema de propulsión.

El Tronador pesará alrededor de 70.000 kilos, de los cuales 63.000 corresponderán al combustible. El vehículo en sí, que medirá algo más de 30 metros de altura por dos metros y medio de diámetro, sólo pesará 7000 kilos.

Antecedentes de EL TRONADOR

El cohete Tronador II tiene como antecesor inmediato al denominado Tronador I que constituyó la primera etapa del mencionado Proyecto Tronador, también conocido a nivel gubernamental como Proyecto Veng. La versión preliminar delTronador I, un pequeño cohete monoetapa de 3,4 metros de longitud, fue lanzado con éxito en 2007; al igual que la versión subsiguiente (denominada Tronador Ib) de 6 metros de longitud (lanzado en 2008). Si bien éste sirvió como probador tecnológico, para poder permitir el avance hacia otro tipo de cohete, el Tronador II, será muy superior técnica y prestacionalmente a su antecesor (el Tronador I solo llega a 20 km de altitud, y puede llevar una escueta carga útil).

Objetivo principal

El Tronador II está proyectado especialmente para funcionar como un vector de carga de extrema precisión y muy bajo rango de error, con capacidad para enviar al espacio satélites de estructura segmentada. Este tipo de satélites, totalmente innovadores y desarrollados también por la CONAE, constarán de estructuras segmentadas y pequeñas, cada una con su propio instrumental; cada una de estas «partes» con instrumental autónomo podrán tener tanto la capacidad de ir «ensamblándose» unas con otras en el espacio, o bien de operar de manera coordinada a modo de «constelación» o en «clusters», a una distancia precisa entre sí.

Desarrollo

Los principales componentes del cohete se desarrollan en el Centro Espacial Teófilo Tabanera ubicado en Falda del Carmen(provincia de Córdoba) a 39 kilómetros de la capital provincial, donde funciona la CONAE. Allí se concentra la mayor cantidad de ingenieros especializados dedicados al proyecto y donde se están desarrollando, principalmente, el sistema de propulsión y los componentes de la aviónica (electrónica de vuelo). También están participando del proyecto otros entes o actores del sistema científico y tecnológico nacional argentino como el Centro de Investigaciones Ópticas del Conicet (CIOP), el Instituto Balseiro (perteneciente al Centro Atómico Bariloche) (CAB-CNEA), el Instituto Universitario Aeronáutico de Córdoba (IUA) y el Grupo de Ensayos Mecánicos Aplicados de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de La Plata (GEMA), así como el Instituto Argentino de Radioastronomía del Conicet (IAR) y la Universidad Nacional de Córdoba. Entre en 2013 y 2014 se han realizado con éxito ensayos del VEX 1B para enviar al Tronador 2 en una misión satelital, programada para el 2015.

Características

El cohete utilizará como propelente un compuesto derivado de la hidracina, un combustible líquido probadamente exitoso en la mayoría de los proyectos espaciales de otros países. La potencia de la hidracina permite colocar una carga útil (satélite) de entre 200 y 400 kg de peso, en órbitas entre los 600 y 700 km de distancia de la superficie terrestre. Además, el uso de combustibel líquido permite una gran maniobrabilidad y precisión gracias a la posibilidad de encender y apagar los motores una vez iniciado el despegue (los combustibles sólidos, utilizados básicamente en proyectos militares, no dan esa posibilidad). Precisamente el diseño y el proyecto integral del lanzador se han hecho siguiendo los estándares internacionales como para evitar su potencial uso militar; cumpliendo con el «Régimen de Control de Tecnología Misilística (MCTR)», organismo internacional que actualmente preside la Argentina y que prohíbe la transferencia de tecnologías misilísticas a países en vías de desarrollo.

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Perspectivas

Con el presente desarrollo del Tronador II como lanzadera espacial, la Argentina cerrará el ciclo de desarrollo tecnológico espacial y podrá ingresar en el club de países que disponen de vehículos espaciales propios; en la actualidad tan solo diez países cuentan con lanzadores de satélites, además de Estados Unidos: Rusia, Japón, Unión Europea, China, India, Israel, Irán, Corea del Norte y Corea del Sur. La meta que se han propuesto los científicos argentinos es fabricar un cohete de 33 metros de longitud y de aproximadamente 64 toneladas de peso; el mismo, que ya se perfila como futuro primer vehículo espacial de América del Sur, será un vehículo de trayectoria controlada para lo que dispondrá de los correspondientes sistemas de navegación, de guiado y control, diseñados y construidos en el país con el objetivo de actuar de manera confiable, segura, barata e independiente. En el resumen de la ley de Presupuesto Público 2014 se describen los fondos asignados al proyecto bajo subtítulo: «Construcción de Inyector Satelital para Cargas Útiles Livianas». En tanto, la primera misión de satélites de estructura segmentada podría realizarse durante el bienio 2014/15. El físico Alberto Ridner, gerente de gestión tecnológica de la CONAE y a cargo del proyecto del desarrollo de satélites de estructura segmentada anticipó que esta primera misión de prueba podría consistir en el envío al espacio de “dos módulos que compartan el sistema de información entre sí, sin necesidad de establecer contacto con la Tierra, que es lo que se hace hasta ahora en todo el mundo”.

Lanzamientos de prueba (Serie VEX)

La metodología elegida por la CONAE para el desarrollo del lanzador satelital Tronador II es hacerlo a partir de una serie de vehículos experimentales, denominados VEX, que permiten probar varios subsistemas a costo reducido, antes de incorporarlos al lanzador final. Con ello se adquiere experiencia tanto en los subsistemas como en las operaciones. Aún para agencias espaciales y empresas con amplia experiencia en lanzadores, es habitual que para nuevos desarrollos de vehículos, los primeros lanzamientos no se realicen de la manera esperada, por eso son experimentales.

  • VEX1A

La primera prueba del prototipo del lanzador Satelital Tronador II, denominado VEX1A, se realizó el 26 de febrero de 2014 en una plataforma de lanzamiento ubicada en Punta Piedras, frente al Río de la Plata, a pocos kilómetros del faro de la Bahía de Samborombón. El vehículo de prueba fue el primero de un total de 6 vehículos experimentales que laCONAE prevé utilizar durante todo el desarrollo del proyecto. Por motivos que aún se están determinando el despegue no terminó de concretarse aunque la CONAE se encargó de aclarar en un comunicado de prensa posterior al lanzamiento, que «en ningún momento el vehículo explotó, simplemente cayó sin afectar la estructura de lanzamiento y sus partes ya han sido recuperadas casi totalmente, para poder realizar un minucioso análisis que nos proporcionará información valiosa para realizar las correcciones necesarias en los próximos ensayos».

  • VEX1B

El segundo vector lanzado esta vez con éxito definitivo, se realizó el 15 de agosto del 2014. El lanzamiento de dicho vector denominado VEX1B, fue confirmado por el Ministerio de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios al informar que en esa tarde a las 19.25 se realizó con éxito en Pipinas, Provincia de Buenos Aires, un nuevo ensayo de las pruebas del futuro lanzador de satélites ciento por ciento argentino Tronador II, con el lanzamiento del Vehículo Experimental VEX 1B. Este ensayo tuvo por objetivo probar en vuelo el sistema de propulsión y el de navegación, guiado y control, todo desarrollado en Argentina, lo que sirvió para verificar la madurez tecnológica del Proyecto. El vehículo VEX 1B, es el segundo de una serie de 3 a 6 cohetes experimentales a lanzar como prototipos para perfeccionar el lanzador satelital Tronador II, y tiene una altura de 14,5 metros, equivalente a un edificio de 5 pisos, pesa 2,8 toneladas y alcanza una velocidad máxima de 828 kilómetros por hora. De acuerdo a los resultados, se realizarán más pruebas hasta pasar a la etapa siguiente, el VEX 5 para luego pasar al Tronador II propiamente dicho, y será lanzado desde Puerto Belgrano, en el sur de la provincia de Buenos Aires.

Emplazamiento de la base de lanzamiento definitiva

Si bien las anteriores bases de lanzamientos de prueba estuvieron situadas en Pampa de Achala (Córdoba), Chamical (La Rioja) y Punta Piedras (Buenos Aires), el Tronador II será lanzado desde Puerto Belgrano, localidad de Punta Alta. “Nuestro objetivo son los satélites de órbita polar y Puerto Belgrano nos da la posibilidad de realizar lanzamientos hacia el mar con toda la zona despejada en dirección polar. Por otra parte se encuentra dentro de la base de la Armada Argentina, lejos de zonas densamente pobladas, lo que la hace un área segura para lanzamientos”, explica el ingeniero Juan Cruz Gallo, gerente general y técnico de VENG SA, empresa estatal dependiente de CONAE y a cargo del proyecto de manera directa.