El nuevo puente, que cruza el Riachuelo y tiene en ese tramo una longitud de 60 metros, beneficiará a más de 300.000 porteños y bonaerenses, y agilizará la circulación de 800 vehículos por hora pico que ingresan y egresan diariamente de la Ciudad.

El puente tiene dos carriles por sentido y puede ser utilizado por transporte público, tránsito pesado y vehículos particulares.

Este nuevo enlace tiene 23,7 metros de ancho, 60 metros de longitud sobre el Riachuelo y otros 43,5 metros sobre la avenida Ribera Sur del lado de Provincia. Cuenta con una calzada de siete metros en cada sentido, separador central, banquina izquierda de 50 centímetros y derecha de 1.50 metros, además está iluminado con luces de LED, tiene un paso peatonal y otro para bicicletas.

La ubicación del nuevo puente es clave: no sólo une la Ciudad y Zona Sur sino que además facilita la conexión directa con el Centro de Transferencia de Cargas (CTC), la Villa Olímpica y la nueva Terminal de Ómnibus Dellepiane, que aunque fue inaugurada en marzo del año pasado casi no recibe micros. También vincula el centro de Lanús con la autopista Cámpora, y permite empalmar con la 25 de Mayo, Perito Moreno o Dellepiane. Así se facilita otro acceso directo a las autopistas del Oeste y Riccheri desde el sur.

Este puente fue rebautizado “Ribera Sur” por los vecinos tras una consulta de Participación Ciudadana. La otra opción era “Edmundo Rivero”. Su denominación de puente olímpico se debe a que forma parte de la nueva infraestructura de los Juegos Olímpicos de la Juventud, como el Parque Olímpico y el Barrio Olímpico, el complejo de viviendas donde se hospedarán los atletas y que luego se convertirá en un barrio. De esa manera, el Gobierno porteño busca revitalizar el sur de la Ciudad.

“Este puente no se hacía porque antes no había el diálogo que hoy sí tenemos con María Eugenia (Vidal)”, había dicho el jefe de Gobierno porteño Rodríguez Larreta durante una visita a las obras en octubre del año pasado. Hace 40 años que los vecinos de la zona a ambos lados del Riachuelo esperan este momento.

A esas obras se suman el hospital Cecilia Grierson, el CTC, la revitalización del Autódromo Oscar Gálvez y su entorno, la puesta en valor del Estadio Mary Terán de Weiss, la obra hidráulica en la cuenca Larrazábal-Escalada, y la nueva sede del Ministerio de Desarrollo Humano y Hábitat en el ex Elefante Blanco.

Al sumarse una alternativa para atravesar el Riachuelo, se espera que se descompriman otros cruces. Son los puentes Nicolás Avellaneda, Autopista Buenos Aires – La Plata, Pueyrredón, Bosch, Victorino de la Plaza y Uriburu (más conocido como Alsina), apenas seis mojones en la franja de 14 kilómetros de Riachuelo que separa el territorio porteño del bonaerense. Algunos permanecieron cerrados durante años y volvieron a abrir, otros fueron relevados por versiones más modernas; unos son usados por decenas de miles de personas y otros por sólo algunos cientos.

Uno de los últimos puentes en ser renovado es La Noria, que une la Ciudad con el partido de Lomas de Zamora. En octubre de 2017 se abrió el tramo hacia Capital del nuevo viaducto del puente, una obra que fue esperada por más de tres años. Con esa vía habilitada, el tiempo para cruzarlo desde el GBA hacia territorio porteño bajó de 40 minutos a sólo 90 segundos. Cinco meses antes habían inaugurado la mano hacia Provincia.